sábado, 5 de abril de 2008

Judas Iscariote, ¿Santo o demonio?

Curiosa pregunta, ¿verdad? Es un tema que desde hace mucho tiempo me ronda por la cabeza. Y sé que no soy el único que tiene esta duda. Personajes como Jorge Luis Borges, o Juan Bosch ya trataron este asunto. Bueno la verdad es que no tengo ninguna duda: debería ser Santo.

Tal vez algun@s pensaréis que me he vuelto loco, pero ¿os habéis parado a pensar que en el sentir de una persona como Jesucristo, no podía caber el que se maldijera a una persona por los siglos de los siglos?

Frases de Jesús tales como: 'A donde yo voy no podéis seguirme ahora...', o 'En un tiempo ya no me veréis, mas muy pronto estaré aquí...', demuestran a las claras que el Gran Plan de Jesucristo no fue algo improvisado, sino preparado hasta en los más nimios detalles. Es más, según Él explica en varias ocasiones durante su ministerio, vino al mundo para redimirnos, y la forma de esa redención ya estaba planeada de antemano.

Una persona que viene a enseñarnos el bien, y como practicarlo con nuestros semejantes, ¿le haría eso a uno de los discípulos?

Los diferentes textos que han llegado hasta nuestros días, nos dicen que Judas Iscariote era uno de los discípulos que más quería y se preocupaba por la seguridad de Jesús. Las interpretaciones de esos textos, sin embargo, nos dicen que nunca comprendió el alcance del mensaje de Jesús. Parece un poco extraño pensar eso, de una de las personas más instruidas de las que le rodeaban. Es más, era el tesorero del grupo por ser 'una persona que entendía de números'.

Hace unos años se publicaron unos rollos encontrados en el desierto, datados en el siglo II de nuestra era, que se agruparon bajo el título 'El evangelio de Judas', en los que los seguidores de Judas explicaban que las palabras que Jesús le dirige en la Ultima Cena, no son más que la confirmación de la orden que el propio Jesús le habría dado de antemano, para propiciar el prendimiento en el huerto de los olivos.

Si pensamos que la instrucción de Judas era bastante superior a la del resto de los Apóstoles, es más creíble que Jesucristo le eligiera para ejecutar este acto, por tener un mayor raciocinio, ya que el resto de ellos eran de carácter sencillo y de maneras impetuosas ante los problemas, y buena prueba de ello la tenemos en la reacción de Pedro en el huerto de los olivos, cuando con su espada le cortó la oreja al soldado Malco.

Lo que creo que está muy claro, es que Jesús nunca pretendería que uno de los suyos pasara a la Historia como el maldito de los malditos. Podía haber preparado su apresamiento de mil formas distintas, sin tener que recurrir a la traición. Hay que recordar, que a Simón Pedro le pregunta por tres veces si le ama, para compensar las tres veces que posteriormente le negaría.

Es lógico pensar que a la vista de los acontecimientos posteriores, incluido el suicidio de Judas, el resto de los Apóstoles cargara contra él, como responsable directo de la muerte de Jesús. Pero ¿fue realmente él el culpable?

Parece que no cuadra mucho ¿verdad? Entonces, ¿para cuando San Judas Iscariote?

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