miércoles, 13 de agosto de 2008

Habla Bush de elefantes y Elvis Presley


El presidente de EU a su lleagda a China aprovechó para volver a contar otro viejo relato, uno que es demasiado familiar para quienes por su trabajo escuchan frecuentemente los discursos de Bush
Si se trata de ilustrar los lazos cercanos entre Estados Unidos y Asia, nada mejor que los elefantes y Elvis Presley.

Durante un discurso de su gira por Asia el jueves, el presidente George W. Bush no pudo resistirse a contar una vez más el relato de cuando el rey de Siam le escribió una vez al gobierno estadounidense, justo antes de la Guerra Civil norteamericana, entre 1861 y 1865, para ofrecerle elefantes como medios de transporte. "El presidente Abraham Lincoln la rechazó amablemente" dijo Bush, sonriendo.

Es una historia con la que Bush buscó ilustrar las largas relaciones entre Tailandia y Estados Unidos _ de 175 años, de hecho _ y que incluso fue inmortalizada en una obra de Broadway, "The King and I" (El rey y yo).

En referencia a la oferta de los elefantes y en alusión a las nuevas amenazas a la seguridad, el presidente estadounidense bromeó: "Me preguntaba si pudiésemos poner de nuevo la oferta en la mesa, aunque mi finca no es lo suficientemente grande, probablemente, para recibir elefantes".

El presidente aprovechó para volver a contar otro viejo relato, uno que es demasiado familiar para quienes por su trabajo escuchan frecuentemente los discursos de Bush. El mandatario norteamericano habló de la vez en que acompañó al primer ministro de Japón, Junichiro Koizumi, para que visitara la famosa y ostentosa mansión de Elvis Presley, Graceland, en 2006. Bush ha contado públicamente innumerables veces la anécdota de que el líder de un país contra el que su padre luchó durante la Segunda Guerra Mundial pudiera haberse convertido en un seguidor tan grande del icono de la cultura popular estadounidense (y de Elvis particularmente), así como en uno de los aliados más grandes de Washington.

"¿Quién podría olvidarse del viaje alguna vez?", se preguntó Bush. "Yo ciertamente nunca lo olvidaré".

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